Fuente: Expansion
Si los ayuntamientos no financian la macrooperación para pagar a los proveedores con "ingresos suficientes", el Gobierno restringirá automáticamente las entregas a cuenta a los municipios.
El proyecto del Gobierno para que los municipios paguen las facturas a sus proveedores puede acabar golpeando el bolsillo de los contribuyentes. Y es que el Ejecutivo forzará a los ayuntamientos que se beneficien del plan a lanzar subidas generales de impuestos y de tasas.
El decreto que pone en marcha el mecanismo para saldar las deudas municipales, que se publicó el sábado en el Boletín Oficial del Estado (BOE), exige a los alcaldes morosos que aprueben, antes del 31 de marzo, un estricto plan de ajuste hasta que consigan saldar todas las deudas, que llevará irremediablemente a los alcaldes más incumplidores a subir significativamente los impuestos y las tasas en los municipios.
Según el Decreto Ley, los ayuntamientos tendrán que "recoger ingresos corrientes suficientes para financiar sus gastos corrientes y la amortización de las operaciones de endeudamiento, incluidas las que estén en la presente norma”. Esto es, habrá subidas fiscales generalizadas para tapar el agujero municipal, que serán más contundentes en los municipios que hayan acumulado más facturas en el cajón y en fundaciones fantasmas.
Asimismo, el decreto detalla que el plan de ajuste que tendrán que elaborar los alcaldes incorporará “una adecuada financiación de los servicios públicos prestados mediante tasa o precios públicos, para lo que deberán incluir información suficiente del coste de los servicios públicos y su financiación”. Es decir, los municipios se verán abocados a incrementar tasas como la de basura y a cobrar por servicios que hasta ahora eran gratuitos. El copago se convertirá en algo habitual en los municipios españoles.
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